viernes, 30 de julio de 2021

Vuelta motociclista a España (III)

Toca ahora tomar dirección norte siguiendo la frontera portuguesa. El Guadiana, el Tajo y finalmente el Duero serán mis fieles compañeros de periplo a lo largo de dos jornadas inolvidables de moto. Salgo de Fregenal por la N-435 en dirección a Jerez de los Caballeros, cuna de Vasco Núñez de Balboa descubridor del Océano Pacífico. El pueblo honra su memoria con una estatua en la plaza donde se contempla al aventurero dirigiendo su mirada hacia el horizonte. Me desvío por la EX-112 dirección Oliva de la Frontera, en una bella carretera de curvas y donde las encinas inundan todos los horizontes posibles que alcanzan nuestra vista. Antes de llegar a Oliva tomamos dirección Higuera de Vargas y Alconchel.

En Alconchel, pequeña localidad extremeña, podemos contemplar el hermoso castillo que se alza sobre el cerro de Miraflores. Desde muy antiguo este enclave tuvo una especial relevancia como lugar defensivo y de observación del territorio. El castillo también jugó importante papel en diversas guerras entre España y Portugal. Seguimos camino a Olivenza y desde aquí directos a la frontera portuguesa que atravesaremos por el puente de Ajuda, enclave histórico por ser mandado construir por el rey portugués Manuel I en 1510 y derribado en la guerra de sucesión española en 1709. Nunca volvió a ser reconstruido. Por el nuevo puente atravesamos el Guadiana que hace frontera en este tramo entre ambos países.

Castillo de Alconchel

Castillo de Alconchel

Restos puente de Ajuda



Llegamos en pocos kilómetros a la bella y fortificada ciudad de Elvas. Su imponente acueducto nos recibe majestuoso, pero en esta ocasión no pararemos a disfrutar de sus encantos y enfilamos la carretera N246 que atravesando Santa Eulalia nos lleva hasta Arronches donde destaca su castillo urbano que por su situación fronteriza jugó un importante papel en la guerra contra España del siglo XVII. Pasear por sus calles contemplando las casas de un impoluto blanco es un placer al alcance del viajero que no debe desaprovechar la ocasión.

Continuo por la N246 atravesando Portalegre (buenas comidas familiares hemos celebrado en esta ciudad) para ir bordeando el Parque Natural de la Sierra de San Mamede hasta la localidad de Alphalao, pequeña, coqueta y acogedora que invita a una pequeña parada. Cambiamos aquí de carretera para tomar la N18 hasta Nisa y más adelante hasta Vila Velha de Rodao, donde nos encontramos de frente con el río Tajo en una bajada espectacular aunque algo importunado por la velocidad con la que baja un camión pegado al colín de mi moto. En un apartadero decido parar y que el camión ruede a su gusto y yo al mío. Esta localidad fronteriza vive de y para el río Tajo, turismo con un embarcadero deportivo, pesca y transporte de mercancías. Hay numerosos restaurantes para comer, pero he decidido comer en Castelo Branco, así que hacia allí me dirijo.

Alphalao




Río Tajo




Llegando a Vila Velha de Rodao















La N18 me deja pronto a las puertas de Castelo Branco, ciudad que toma su nombre del castillo que la preside. No es muy espectacular, pero está bien cuidado y organizado para los turistas. Como en una terraza ajardinada a una hora donde los portugueses ya están con su segundo café de la tarde.

Para concluir el día solo me falta tomar la N233 que me llevará hasta Penamacor en una agradable travesía que aún se hace más agradable y agreste al desviarme por la carretera R346 para llegar, entre encinas y suaves lomas al camping de Freixial, un camping muy recomendable por sus instalaciones, tranquilidad, parcelas con sombra y césped y también por su precio. Además tuve la suerte de llegar en la temporada en que se celebra el festival de la sardina, y desde su restaurante servían raciones de sardinas asadas a un precio muy razonable. Con la tripa llena, solo falta el aseo y al saco.

Camping do Freixial




Alrededores del Camping




Construcción agrícola típica de la zona


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