Alpes 2018 (2ª parte)

Día 4: Bardonecchia-Martigny.

Desayunamos en la Pensione Bianca y nos disponemos a partir. Se ha pasado parte de la noche lloviendo y todo está mojado, pero afortunadamente comienza a lucir el sol. Las motos estaban a buen recaudo y no se han enterado de la persistente lluvia nocturna. Teníamos previsto salir por la carretera SS335 pero debido a encontrarse cortada por obras nos toca comernos unos cuantos kilómetros por la autovía A32. A la altura de la localidad de Salvoux salimos de la autovía y retomamos la ruta prevista.

Por la SS24 llegamos a Susa donde la SS25 nos lleva a ascender el primer puerto del día, col del Mont Cenis (2.083 mts) que además nos devuelve a tierras francesas. La ascensión resulta preciosa y la coronación con el Lago de Mont Cenis a nuestra izquierda sencillamente espectacular.

Discurrimos ahora por la vía francesa D1006 hasta Lanslevillard donde tomamos la D902 para comenzar la ascensión al segundo puerto de la jornada, el col de L'Iserán (2.770 mts). Nos encontramos rodeados de pistas de esquí por todas las vertientes. Esto en invierno debe ser increíble, cientos y cientos de kilómetros esquiables con infinidad de remontes tejiendo una tupida tela de araña. Comenzamos el descenso hasta Val d'Isere, población que más que ciudad habitable es un imponente centro comercial centrado en el turismo de nieve.

Capilla Notre Dame de Toute Prudence
Col de L'Iseran

Vista de la vertiente norte













La carretera D902 nos deja en Bourg-Saint Maurice, localidad de unos 7000 habitantes que disfruta de un enclave privilegiado entre montañas por lo que su economía se basa en los deportes de montaña y de invierno.

Precio Gasolina suiza

 





Continuamos por la D1090 para volver a entrar en Italia a través de la SS26 y encontrarnos con el col del Petit Saint Bernard (2.188 mts), que hace de frontera entre ambos países. El lugar está muy animado y abundan las tiendas de souvenirs y figuras de animales de madera para decorar el paisaje y atraer a los turistas para hacerse fotos. Nosotros no nos resistimos a la tentación.
Col Petit San Bernard

Figuras de animales alpinos en madera

Da nombre al col, no podía faltar

Descendemos hasta la población de La Thuile. Dejamos a nuestra izquierda el túnel que lleva a Chamonix para dirigirnos a Aosta por la misma SS26 que traemos desde hace ya unos cuantos kilómetros. En Aosta merece la pena la visita de los restos de su teatro romano, pero dada la hora que es y que aún nos queda la accensión a dos puertos más, dejamos la visita para otra ocasión.

Sin entrar en el pueblo enlazamos con la SS27, que pronto empieza a picar hacia arriba. Pero antes de enfrentarnos con el siguiente puerto del día decidimos parar a tomar algo para coger fuerzas suficientes que nos permitan disfrutar de los paisajes y las carreteras que nos esperan. Y nada mejor para ello que una Birra Moretti zero.



Pronto comenzamos a ascender el col del Grand San Bernard (2473 mts), donde entramos en Suiza ya que el collado hace de frontera natural entre ambos países. Un pequeño lago y un antiguo hospicio decoran el paso de montaña. Después de las fotos de rigor comenzamos el descenso y tras unas cuantas curvas de 180º accedemos a un largo túnel semiabierto que nos deja en la localidad de Bourg-Saint-Pierre. 

2473 metros

Col Gran San Bernard

Frontera con Italia

Lago y antiguo hospicio al fondo

La carretera 21 nos lleva hasta Osieres, donde tomamos un desvío para dirigirnos a Martigny por la carretera más interesante y menos transitada que discurre por el lago Champex.

Llegamos a Martigny y nos dirigimos al Hotel de La Poste, donde tenemos la reserva para esta noche. Está justo enfrente de la oficina de correos y disponen de parking público en las inmediaciones para guardar las motos. Es curioso que no nos den ninguna identificación, simplemente nos dicen que nos saltemos las barreras con las motos y aparquemos donde queramos. Nosotros obedientes así lo hacemos. Bajamos los equipajes, ducha y salimos a dar una vuelta por este tranquilo y coqueto pueblo, donde llama poderosamente la atención la pulcritud y limpieza de sus calles.

Anfiteatro en Martigny

Calles de limpieza impecable

La cena no defrauda

Iglesia en el centro de Martigny

Intentamos visitar el museo del San Bernardo, pero llegamos tarde y ya está cerrado. Si que entramos en el anfiteatro romano y paseamos por los jardines de la Fundación Pierre Gianadda. Cenamos en el restaurante Du Rhone, donde disfrutamos de un menú muy completo. Y con esto finalizamos una interesante jornada donde hemos ascendidos tres puertos míticos de los Alpes. No se le puede pedir más al día.




Día 5: Martigny-Porto Valtravaglia.

Comenzamos nuestro 5º día de viaje con un buen desayuno en el hotel de La Poste. Recogemos las motos del parking, las cargamos con el equipaje y salimos por la carretera 9 en dirección a Sion. Estos primeros kilómetros consisten en atravesar casi completamente el valle del Ródano. La circulación es intensa, las rectas son interminables y este primer tramo se hace aburrido y pesado. Solo la contemplación de las grandes montañas que se abren a un lado y otro del valle hacen algo más amena la marcha. Eso si, el sol luce espléndido y la temperatura es muy agradable.

Atravesamos las poblaciones de Visp y Brig, donde tomamos la carretera 19 y el viaje comienza a ponerse más interesante. Atravesamos pequeñas poblaciones con casas de madera típicas suizas llenas de flores y colorido. No podemos evitar detenernos ante algunas de estas casas espectaculares. Ahora si que empiezan a aparecer signos de carretera de montaña.

Típicas casas suizas

La madera abunda en las construcciones












El tramo resulta muy interesante y algo más entretenidos llegamos a la población de Obergoms, donde iniciamos el ascenso al Paso de Furkapass (2429 mts) El día es espléndido, la carretera amplía y bien pavimentada y las vistas de las que disfrutamos espectaculares. No se puede pedir más en los Alpes. Al llegar arriba nos encontramos a nuestra derecha con el célebre hotel Belvedere, que aparece en la película de El Agente 007, cuando Sean Connery surca estas carreteras a bordo de un Aston Martin perseguido por sus enemigos.

Inicio ascensión al paso de Furkapass

Vistas impresionantes que no defraudan
Hotel Belvedere

Paso de Furkapass 2429 mts







Aquí no escasea el agua

Valles inmensos en el descenso del Furka








Descendemos hasta Realp y llegamos a Hospental, quedándonos a pocos kilómetros de la pintoresca ciudad de Andermatt, muy conocida entre moteros y ciclistas por ser inicio de numerosas rutas para ascender a diversos puertos alpinos que rodean a la población.

Llegada a Realp

En Hospental nos desvíamos hacia la carretera 2 para comenzar a ascender hacia el Passo de San Gottardo (2106 mts). Iniciamos el ascenso por una carretera ancha y con muy buen firme, como suelen ser todas aquí en Suiza. Nos cruzamos con infinidad de motos y vamos ganando altura poco a poco. Rápidamente llegamos a los 2106 metros que marcan el Passo de San Gottardo y comenzamos un descenso hasta Airolo mucho más largo que la anterior ascensión. Las curvas en herradura se suceden una tras otra. Aquí hacemos el descenso por la nueva carretera, cuando nuestra intención era haber cogido el trazado original, pero un despiste nos hizo saltarnos el desvío que debíamos haber tomado.

Llegamos al Paso de San Gottardo (2106 mts)

Descenso desde San Gottardo

Muchas motos por todos lados

Ya cerca de Airolo

Entrando en la población a pie de valle

Desde Airolo seguimos por la carretera 2 cruzando el valle del Fiume Ticino, atravesando las localidades de Quinto, Lavorgo, Biasca y Locarno, donde abandonamos la carretera 2 y nos pegamos al Lago Maggiore por la denominada Via Cantonale. El lago Maggiore es conocido por los locales como la playa de Suiza. Y debe ser así por la cantidad de tráfico, casas de recreo y establecimientos comerciales que vamos encontrando mientras rodeamos el lago.

En la población de Dinirella abandonamos definitivamente Suiza en una coqueta frontera para entrar en Italia, aunque el paisaje sigue siendo de zona turística. Nuestra carretera italiana se denomina ahora SS394, sigue bordeando el lago y resulta muy entretenida y con magníficas vistas no solo del lago, sino de las preciosas montañas que lo rodean.

Así llegamos a Porto Valtravaglia, nuestro destino de hoy. Nos detenemos en la plaza del Embarcadero para poner el GPS, pues llegar hasta nuestro alojamiento no es sencillo entre el laberinto de calles de esta población. Subimos calle tras calle hasta encontrar la Tana del Ghiro, una casa típica de la zona, restaurada con mucho gusto e intentando dotarla de las comodidades modernas sin perder por ello su esencia tradicional. El dueño es un señor muy atento que nos proporciona un lugar donde dejar las motos y nos explica el funcionamiento de la casa.

Desde nuestra habitación

Patio interior de la casa











Después de una ducha y una pequeña siesta salimos a dar una vuelta por la pintoresca localidad. Llama la atención sobre todo porque predominan de manera escandalosa las zonas verdes y boscosas sobre las pocas casas y edificaciones que pueblan la ladera donde se asienta el pueblo. Todo es bosque verde y tupido. Así llegamos a la Trattoria Il Ritrovo que invita en su agradable terraza a tomar una cerveza y contemplar el Lago Maggiore que se extiende ladera abajo.
Calle de Puerto-Valtravaglia

Lasaña para cenar

Ganadería en el pueblo

Tan acogedor nos parece el lugar que decidimos cenar en este mismo sitio y no nos equivocamos. Lasaña y macarrones preparados como solo los italianos saben hacer. Ya solo nos queda contemplar el lago iluminado en la noche desde la terraza de la Tana del Ghiro y a dormir para coger fuerzas para el día siguiente.

Lago Maggiore en la noche
 

Día 6: Porto Valtravaglia-Génova.

Nos levantamos pronto y desayunamos en el patio del hostal. El día se levanta soleado y con una temperatura muy agradable. El dueño del hostal prepara un desayuno a conciencia del que tomamos buena cuenta. No faltan café, fiambres, huevos, dulces y fruta. A continuación preparamos el equipaje, cargamos las motos y nos disponemos a salir camino de Génova. Hoy tenemos hora de llegada, pues el ferry sale a las 17:00 y a las 15:00 debemos estar ya en el puerto, así que distracciones hoy tendremos las mínimas posibles.

Desayuno en el patio
Amanecer en el Lago Maggiore
En estos primeros kilómetros seguimos por la SP69 que bordea el Lago Maggiore y atravesamos Laveno, Ispra, Angera y Sesto-Calende, donde el inmenso lago que venimos bordeando se convierte en el río Tesino, al que iremos paralelos por la SS32 hasta Novara.


Evitamos las autopistas todo lo posible, lo que convierte el viaje en un auténtico laberinto en el que sin la ayuda del GPS, que mantengo constantemente conectado a diferencia de los días anteriores, no habríamos podido salir airosos. La ruta pasa al lado de Milán y Pavía, por lo que en ocasiones el tráfico es intenso y bastante molesto por la agresiva forma de conducir de algunos italianos.

El tramo entre Novara y Tortona discurre por interminables rectas plagadas de rotondas con un calor sofocante y mucho tráfico. La mayor parte del tiempo discurrimos por la SP211, salvo algún tramo en que el GPS nos lleva por autovía. Como anécdota, que sirve para romper la monotonía de estos kilómetros, atravesamos el río Po, el río más extenso de Italia. Aunque aquí su caudal dista mucho de presentar el aspecto que tiene en Turín.

Pasada la ciudad de Tortona nos encontramos con un paisaje completamente distinto al que traíamos. La vegetación se hace más densa con grandes laderas pobladas de árboles con una espesa vegetación. La carretera también cambia su aspecto y comienzan a aparecer curvas y el asfalto empeora un poco. En cualquier caso, esto comienza a ser más divertido. El tiempo también ha cambiado y comienza a nublarse y en algún momento amenza con llover. La carretera por la que ahora circulamos es la SP35 que discurre paralela a la autopista A7 con la que nos cruzamos en varias ocasiones.

Comenzamos a atravesar polígonos industriales que nos indican la proximidad de Génova, a la que accedemos por la Via Tea Benedetti pasando bajo el tristemente famoso puente Morandi que se derrumbó a los 15 días de nuestro paso. Llegamos al puerto de Génova por la zona oeste y nos disponemos a afrontar los trámites de entrada y acreditaciones. Aún no son las 15:00 y no hay mucha gente, así que en menos de 15 minutos aparcamos las motos en la zona de embarque.

Ferry Génova-Barcelona

Zona de espera para embarcar las motos
Ya hay algunas motos en la zona designada para nosotros y pronto nos ponemos a hablar con una pareja de Puertollano que vienen de recorrer Italia a lomos de una BMW 1200 GS cargada hasta los topes. Entre anécdotas moteras y aventuras varias vamos matando el tiempo de espera, aunque se acerca la hora prevista de salida y los coches aún no han comenzado el embarque. El sol empieza a apretar y no tenemos ni una triste sombra donde cobijarnos. Además no hemos previsto traer nada de comida ni bebida. Pasan las 5, las 6 y nadie embarca. Nos informan que hay problemas con las identificaciones de algunos pasajeros. Decidimos ir a un centro comercial cercano a comprar algo para picar y hacer la espera más llevadera.

Comenzamos el embarque después de 3 horas
Revisando la documentación para embarcar

Por fin entramos en el ferry

Finalmente al las 19:50, casi tres horas después de la hora prevista, comenzamos a movernos para situarnos en la zona de acceso al barco. En poco menos de media hora ya estamos con las motos en la bodega y dispuestos a subir al camarote y tomar una merecida ducha. La espera se nos ha hecho bastante fastidiosa. 

Nuestro camarote

Salimos a dar una vuelta y contemplamos como el barco comienza las maniobras para salir del puerto de Génova. Tomamos unas cervezas con los nuevos amigos moteros y nos disponemos a cenar en el restaurante del barco, pescadito frito para mi y plato variado de carnes para Joaquín. A estas alturas, con la ducha y la cena, ya hemos olvidado la tediosa espera que hemos sufrido en el muelle.

 
El puerto de Génova queda atrás


Vista de Génova desde el ferry


Saliendo del puerto de Génova

Cena de a bordo
Después de un último paseo por la terraza del barco para tomar el aire nos retiramos al camarote a dormir. Ya se nos ha olvidado la tediosa espera en el puerto y nos disponemos a disfrutar de una plácida noche en alta mar.





Día 7: Génova-Barcelona-Alcañiz.


Como nuestro camarote no tiene ventana y tampoco tenemos prisa por ir a ningún sitio, demoramos el levantarnos un poco más de lo habitual en los días anteriores. Hemos descansado de maravilla y lo que ahora toca es tomar un desayuno para empezar el día con energía.

La llegada a Barcelona está prevista a las 13:00, pero a las 11 ya nos piden que abandonemos el camarote, con lo que hacemos el petate y nos disponemos a una larga espera en la zona de desembarco. Entre paseos por la cubierta y contar las batallitas de los respectivos viajes moteros pasamos el tiempo y comienzan las maniobras de atraque en el puerto de Barcelona.

Costa gerundense

Llegada al puerto de Barcelona
El desembarco lo hacemos en menos de media hora, ya que las motos son las últimas en entrar pero las primeras en salir. Tomamos la Ronda Litoral que nos saca de Barcelona para dirigirnos a la A2 y encaminarnos hacia Alcañiz. Ahora si que el viaje va tocando a su fin. Pero antes aún tendremos tiempo de parar en el restaurante la Panadella, lugar de parada y descanso habitual en la antigua N-II y que la modrena A2 condenó al ostracismo. Aquí tomaremos la última comida de este viaje Alpes2018 en el que hemos disfrutado como enanos y lo hemos pasado en grande. Una cosa tenemos clara...¡Volveremos a los Alpes!

2 comentarios:

  1. Enhorabuena, debes de sentirte orgulloso del trabajo, me ha encantado la ruta por los Alpes, tengo una Bmw gs con 10 años, los primeros disfruté mucho pero llevo un par que tengo la moto olvidada por temas laborales. De hecho estoy cogiendo ideas para próximas rutas. Leyendo blogs como este me haces recuperar la ilusión por la moto, sigue así.

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    1. Me alegra un montón que encuentres inspiración e mis viajes. Si necesitas cualquier información o dato no dudes en decirme. Te animo a volver a disfrutar de la moto, ya sabes que esto engancha ;-)
      Un saludo afectuoso.

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