domingo, 17 de enero de 2021

En moto con la pandemia del Covid-19

Con las restricciones impuestas por la situación sanitaria en el mundo entero debido al Covid-19, este año el esperado viaje veraniego se ha visto alterado en sus objetivos, pero en ningún caso cancelado. Simplemente nos hemos ajustado a las nuevas condiciones y restricciones impuestas por las autoridades sanitarias y nuestro destino ha sido más cercano, pero no por ello menos espectacular.  Nos hemos ido a... la provincia de CASTELLÓN.

Y realmente hemos descubierto carreteras y paisaje increíbles casi en la puerta de casa. Todo el sur de Teruel y la provincia de Castellón esconde rincones mágicos y carreteras para perderse y disfrutar de la moto.

1ª Jornada: Alcañiz-Tuéjar.

Recorremos tierras turolenses en esta primera jornada de moto. Tomamos dirección Cantavieja, pero no por la vía habitual. Antes de llegar a Mirambel y pasada La Mata de Morella nos desviamos por la carretera que llevaba a La Cuba. Esta carretera estrecha pero no en mal estado va haciendo de frontera entre Aragón y la Comunidad Valenciana. Pasados unos kilómetros la carretera gira al oeste y paralela al barranco de Santa Ana vamos contemplando algunos masicos y parideras de ovejas y dos pequeños núcleos urbanos con no más de seis u ocho casas. Acabamos desembocando en la A-226 con la silueta inconfundible de Cantavieja en el horizonte.

Pasada Cantavieja tomamos dirección Mosqueruela y hacemos la primera parada en el Mirador de la Tarayuela. Las vistas desde aquí son impresionantes por la inmensidad de territorio que se abarca. Continuamos camino rodeados de pinos en una de las zonas seteras más demandadas del país. Pueden verse cotos cerrados y zonas protegidas contra la cogida masiva de setas.

Pino del Escobón
Pasado Mosqueruela y continuando por la A-1701 nos desviamos al llegar a la TE-V-3 para visitar el centenario Pino del Escobón. Está catalogado como árbol monumental y su edad se data en unos 450 años y alcanza los 23 metros de altura. Para abarcar su tronco hacen falta 3 o 4 personas con los brazos extendidos. El que haya sobrevivido a la tala masiva que sufrieron estos bosques de pinos en la antigüedad se debe a que fue empleado para la obtención de tea, como atestigua el enorme hueco que se observa en su tronco. Aún así goza de buena salud y es un espectáculo verlo desde abajo. 

Seguimos camino hasta Nogueruelas y Rubielos de Mora. Entre pinos llegamos a la intersección con la A-23 que cruzamos por la Venta del Aire donde paramos a almorzar en el pintoresco restaurante los Maños. Nos adentramos ahora por la A-1514 en la sierra de Gúdar-Javalambre, pasando por Manzanera, Torrijas y llegando a Arcos de la Salina donde nos desviamos para hacer la segunda visita del día: la subida al pico del Buitre, estrenada hace poco como final de etapa de la Vuelta ciclista a España.



En su cima se encuentra el Observatorio Astronómico de Javalambre, con varias cúpulas que albergan otros tantos telescopios con diversos cometidos. Las vistas desde aquí son espectaculares y con el claro día que tenemos se pueden contemplar cientos de kilómetros a la redonda.

Volvemos a bajar del pico hasta Arcos de la Salinas y ponemos dirección a la comunidad Valenciana siguiendo la A-1514 hasta la localidad de Losilla. Ya hace rato que por estas carreteras de curvas nos acompañan bosques de pinos a ambos lados. En las crestas más altas se dejan perfilar los aerogeneradores. Finalmente tomamos la CV-35 que a través de Titaguas nos lleva a nuestro destino de hoy: Tuéjar.



Nos alojamos en el Hotel Álvarez. Se respiraba mucha tranquilidad por la ausencia de huéspedes. En el pueblo hicimos la curiosa ruta de las fuentes, que te permite visitarlo haciendo un itinerario por las numerosas fuentes que jalonan sus calles. También nos llamó la atención las obras de ganchillo que decoran balcones y ventanas por toda la localidad.

Jornada 2: Tuéjar-Bétera.

El segundo día lo comenzamos visitando el embalse de Benagéber, a pocos kilómetros de Tuéjar y enclavado en un paisaje precioso. La obra de la presa es inmensa y disfrutamos un rato de las vistas y la tranquilidad del entorno.




Volvemos a Tuéjar y tomamos dirección Aragón a través de Chelva, Ahillas y finalmente Abejuela, ya población aragonesa. La carretera que une Abejuela con Los Cerezos resulta estar totalmente rota, desapareciendo el asfalto en muchas ocasiones. Esos 26 kilómetros se me hacen bastante duros y pesados.

Volvemos a atravesar la Venta del Aire pero ahora nos dirigimos dirección Olba. Esto nos lleva a circular pegados al río Mijares, disfrutando de las espectaculares vistas que ofrece este famoso entorno natural. Pasamos por Puebla de Arenoso y Montanejos, ciudad conocida por sus balnearios y actividades acuáticas en los estrechos del río.

Puebla de Arenoso

Abandonamos aquí el río Mijares para circular por la CV-195 en dirección a Montán y Caudiel. Cruzamos la autovía A-23 hasta Jérica y desde ahí siguiendo la N-234 hasta Segorbe, donde dadas las horas, paramos a reponer fuerzas en una terraza de la localidad.

Salimos de Segorbe por la CV-25 que nos lleva a una de las zonas más interesantes del día, el Parque Natural de la Sierra Calderona. Una inmensidad de montañas cubiertas por bosques de pinos que se pierden en el horizonte. La carretera no está en perfectas condiciones, pero eso obliga a aminorar la marcha y disfrutar de todo lo que nos rodea. Atravesamos dos poblaciones Gátova y Marines, ambas situadas en el interior del Parque Natural.

Salimos del parque atravesando el río Carraixet y ya solo nos queda volver a la civilización y las carreteras atestadas para llegar a Bétera y al hotel Ad Hoc, donde nos alojamos esta noche.

Jornada 3: Bétera-Alcañiz.

El hotel resulta una verdadera delicia, con habitaciones amplias y limpias y un entrono tranquilo y ajardinado. Pero lo que realmente disfrutamos y agradecemos es el desayuno en la terraza del restaurante. Tostadas con jamón, fruta, zumo de naranja y café con leche. Todo listo para la partida.

Salimos de Bétera y volvemos a dirigirnos hacia el Parque Natural de Sierra Calderona, que en esta ocasión atravesaremos por su vertiente este a través de la localidad de Náquera. Si espectacular fue la cara oeste, esta no tiene nada que envidiarle, añadiendo además, un estado de la carretera perfecto. 

Cruzamos las autovía A-23 y vamos paralelos a ella hasta Segorbe, donde nos desviamos a la derecha en dirección a Castellnovo, población que debe su nombre al castillo de Beatriz de Borgia, hermana del papa Alejandro VI y con quien el castillo conoció su máximo esplendor. Hoy en día está muy deteriorado, aunque las vistas desde el cerro donde se encuentran son magníficas.


Castillo de Beatriz de Borgia

Las carreteras que nos llevan hasta Onda son tranquilas y con buen asfalto. Un tramo para disfrutar y relajarse después del intenso tráfico en las cercanías de Segorbe. Y desde Onda vamos a Ribesalbes donde contemplamos el embalse de Sichar. Nos adentramos ya de lleno en el Camino del Cid, pasando por Alcora, Costur, Useras, Adzaneta, Culla y Benasal. Todas estas localidades forman parte del Camino del Cid en su denominación Anillo del Maestrazgo, lo que merece visita y entrada aparte.

Ares del Maestre nos deja una nueva vista más que guardar en la retina y finalmente la llegada a Morella nos regala su imponente castillo desde la CV-12 que nos deposita en la localidad.

Dada la hora decidimos parar en Monroyo para comer y hacer balance de este viaje más corto de lo normal pero que nos ha permitido disfrutar de la moto, de los paisaje y los pueblos y hacer lo que nos gusta a pesar de esta endemoniada pandemia a la que no se le ve el final.






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