Hay lugares que tienen un encanto especial por diversos motivos que no llegamos a comprender hasta que no los visitamos y sentimos in situ su magnetismo y atracción. Algo de esto es lo que le ocurre al Mirador del Ebro, situado junto a la localidad zaragozana de Fayón, a cuyo lado se encuentra también una coqueta ermita que alberga a la virgen del Pilar, patrona del pueblo y receptora de la romería anual que aquí se celebra y que congrega a cientos de fayoneses cada 12 de octubre.
El encanto y la magia que se siente al acceder a este mirador puede proceder de las magníficas vistas sobre los ríos Ebro y Matarraña, así como del embalse de Ribarroja, de la privilegiada ubicación en que se encuentra situado o de la agitada historia que hay detrás de estos parajes que lo rodean.
En realidad el actual enclave de la población de Fayón data de 1967, año en el que el antiguo pueblo fue inundado por la construcción y llenado del embalse de Ribarroja. Pero esta inundación y desalojo del antiguo Fayón no fue ni tranquila ni justa. Los vecinos tuvieron que abandonar el pueblo precipitadamente. Según diversas versiones sin haber sido avisados previamente y sin haber concluido los expedientes de expropiación de casas y tierras. Aún hoy puede verse la torre de la antigua iglesia emergiendo de las aguas del Ebro.
Confluencia de Ebro y Matarraña |
Río Ebro, aguas arriba |
En realidad el actual enclave de la población de Fayón data de 1967, año en el que el antiguo pueblo fue inundado por la construcción y llenado del embalse de Ribarroja. Pero esta inundación y desalojo del antiguo Fayón no fue ni tranquila ni justa. Los vecinos tuvieron que abandonar el pueblo precipitadamente. Según diversas versiones sin haber sido avisados previamente y sin haber concluido los expedientes de expropiación de casas y tierras. Aún hoy puede verse la torre de la antigua iglesia emergiendo de las aguas del Ebro.
Aquel antiguo pueblo llegó a tener más de 1800 habitantes, a la sombra de las minas de lignito de la zona que eran transportados en barca (llaut, como los llamaban aquí) a través del Ebro hasta la estación de tren cuya línea unía Madrid y Barcelona. Pero toda esa actividad se vio truncada un 20 de noviembre de 1967 cuando el pueblo fue inundado. A la empresa constructora de la presa, Enher (Empresa Nacional Hidroeléctrica Ribagorzana) le interesaba poner las turbinas en funcionamiento lo antes posible para comenzar a amortizar los altos costes de construcción, por lo que el llenado se hizo sin previo aviso y sin acabar de concluir las negociaciones de expropiación con los vecinos de Fayón.
Otro de los atractivos del mirador es la ermita de la Virgen del Pilar. Como no puede ser de otra manera es objeto de romería cada 12 de octubre. Los habitantes de Fayón salvan los 265 metros de desnivel desde el pueblo para pasar un día honrando a su patrona. El edificio es moderno y fue inaugurado en el año 1954. Está ubicada en el emplazamiento de un antiguo faro conocido como la Garita, que servía de comunicación por medio de señales luminosas como muchos de los que había a lo largo del Ebro y que en el siglo XVIII fueron nuevamente utilizados por los carlistas.
Gran parte de la información contenida en esta entrada ha sido extraída de los testimonios de diversos vecinos que vivieron el desalojo de su pueblo y fue publicado por el periódico Heraldo de Aragón. Puede consultarse el artículo íntegro en el siguiente enlace.
Otro de los atractivos del mirador es la ermita de la Virgen del Pilar. Como no puede ser de otra manera es objeto de romería cada 12 de octubre. Los habitantes de Fayón salvan los 265 metros de desnivel desde el pueblo para pasar un día honrando a su patrona. El edificio es moderno y fue inaugurado en el año 1954. Está ubicada en el emplazamiento de un antiguo faro conocido como la Garita, que servía de comunicación por medio de señales luminosas como muchos de los que había a lo largo del Ebro y que en el siglo XVIII fueron nuevamente utilizados por los carlistas.
Rosa de los vientos en la ermita |
Gran parte de la información contenida en esta entrada ha sido extraída de los testimonios de diversos vecinos que vivieron el desalojo de su pueblo y fue publicado por el periódico Heraldo de Aragón. Puede consultarse el artículo íntegro en el siguiente enlace.
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