Hoy la salida en moto me encamina hasta el balneario de Cardó. Es un mágico enclave situado en la provincia de Tarragona, perteneciente al municipio de Benifallet en el Bajo Ebro. Saliendo de Alcañiz y después de curvear por la N-420 hasta Gandesa, tomamos el desvío para rodar por la C-43. Preciosa esta carretera por los paisajes que podemos contemplar, lo revirado de su trazado y el buen estado del asfalto. Disfrutamos de ella hasta comunicar con la C-12 en Benifallet donde girando a su izquierda llegamos a Rasquera, población desde donde parte la estrecha carretera TV-3021 que nos lleva hasta las puertas del balneario. Desde la población hay 9 kilómetros hasta el lugar de aparcamiento.
El balneario de Cardó se encuentra situado en la Sierra de Cardó-El Boix sobre el barranco de Sallent, ofreciendo una espectacular vista a los visitantes de este lugar. Procede del antiguo convento de San Hilarión, levantado por los monjes carmelitas de la Paz de Cristo en torno al año 1605. No fue hasta 1617 cuando lo habitaron los monjes. Después de su exclaustración en 1835 y el abandono del lugar por los monjes que aún permanecían allí, se convirtió en balneario muy apreciado por sus aguas medicinales. En 1866 se ampliaron sus instalaciones debido al éxito cosechado entre las clases pudientes catalanas que encontraron aquí un lugar de reposo y retiro termal.
Durante la Guerra Civil a partir de 1938 fue empleado como hospital militar por parte del bando republicano. Una vez acabada la guerra el balneario volvió a abrir sus instalaciones en 1940. Finalmente en el año 1965 cerró definitivamente sus puerta debido a la falta de modernidad y adecuación de sus instalaciones.
Actualmente el balneario es propiedad del grupo Leche Pascual, que posee una planta embotelladora de agua junto a los antiguos edificios con la denominación de Manantial de Cardó. Aunque dicha planta dejó de estar operativa en el año 2007 debido a una paulatina disminución de producción y ventas, según la empresa. Existe un proyecto por parte de Leche Pascual para convertir el balneario en un hotel de lujo con servicios de hidroterapia. No es posible el acceso a las instalaciones.
Después de disfrutar un rato del entorno y desandar el camino de subida hasta Cardó, para la vuelta elijo la C-12 que nos lleva pegada al río Ebro hasta poco antes de Cherta, donde tomamos el desvío de la N-230b por Prat de Compte donde enlazamos la T-333 que entre curvas ofrece unas magníficas panorámicas del Parque Natural dels Ports para desembocar en Valderrobres y a través de la A-231 llegar de nuevo a enlazar con la N-420.
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