domingo, 10 de marzo de 2019

Balneario de Cardó

Hoy la salida en moto me encamina hasta el balneario de Cardó. Es un mágico enclave situado en la provincia de Tarragona, perteneciente al municipio de Benifallet en el Bajo Ebro. Saliendo de Alcañiz y después de curvear por la N-420 hasta Gandesa, tomamos el desvío para rodar por la C-43. Preciosa esta carretera por los paisajes que podemos contemplar, lo revirado de su trazado y el buen estado del asfalto. Disfrutamos de ella hasta comunicar con la C-12 en Benifallet donde girando a su izquierda llegamos a Rasquera, población desde donde parte la estrecha carretera TV-3021 que nos lleva hasta las puertas del balneario. Desde la población hay 9 kilómetros hasta el lugar de aparcamiento.

Balneario de Cardó sobre el barranco de Sallent

El balneario de Cardó se encuentra situado en la Sierra de Cardó-El Boix sobre el barranco de Sallent, ofreciendo una espectacular vista a los visitantes de este lugar. Procede del antiguo convento de San Hilarión, levantado por los monjes carmelitas de la Paz de Cristo en torno al año 1605. No fue hasta 1617 cuando lo habitaron los monjes. Después de su exclaustración en 1835 y el abandono del lugar por los monjes que aún permanecían allí, se convirtió en balneario muy apreciado por sus aguas medicinales. En 1866 se ampliaron sus instalaciones debido al éxito cosechado entre las clases pudientes catalanas que encontraron aquí un lugar de reposo y retiro termal.

Durante la Guerra Civil a partir de 1938 fue empleado como hospital militar por parte del bando republicano. Una vez acabada la guerra el balneario volvió a abrir sus instalaciones en 1940. Finalmente en el año 1965 cerró definitivamente sus puerta debido a la falta de modernidad y adecuación de sus instalaciones.

Actualmente el balneario es propiedad del grupo Leche Pascual, que posee una planta embotelladora de agua junto a los antiguos edificios con la denominación de Manantial de Cardó. Aunque dicha planta dejó de estar operativa en el año 2007 debido a una paulatina disminución de producción y ventas, según la empresa. Existe un proyecto por parte de Leche Pascual para convertir el balneario en un hotel de lujo con servicios de hidroterapia. No es posible el acceso a las instalaciones.


Impresionantes vistas








Después de disfrutar un rato del entorno y desandar el camino de subida hasta Cardó, para la vuelta elijo la C-12 que nos lleva pegada al río Ebro hasta poco antes de Cherta, donde tomamos el desvío de la N-230b por Prat de Compte donde enlazamos la T-333 que entre curvas ofrece unas magníficas panorámicas del Parque Natural dels Ports para desembocar en Valderrobres y a través de la A-231 llegar de nuevo a enlazar con la N-420. 





domingo, 3 de marzo de 2019

Mirador del Ebro. Historia de Fayón

Hay lugares que tienen un encanto especial por diversos motivos que no llegamos a comprender hasta que no los visitamos y sentimos in situ su magnetismo y atracción. Algo de esto es lo que le ocurre al Mirador del Ebro, situado junto a la localidad zaragozana de Fayón, a cuyo lado se encuentra también una coqueta ermita que alberga a la virgen del Pilar, patrona del pueblo y receptora de la romería anual que aquí se celebra y que congrega a cientos de fayoneses cada 12 de octubre.

El encanto y la magia que se siente al acceder a este mirador puede proceder de las magníficas vistas sobre los ríos Ebro y Matarraña, así como del embalse de Ribarroja, de la privilegiada ubicación en que se encuentra situado o de la agitada historia que hay detrás de estos parajes que lo rodean. 

Confluencia de Ebro y Matarraña

Río Ebro, aguas arriba














En realidad el actual enclave de la población de Fayón data de 1967, año en el que el antiguo pueblo fue inundado por la construcción y llenado del embalse de Ribarroja. Pero esta inundación y desalojo del antiguo Fayón no fue ni tranquila ni justa. Los vecinos tuvieron que abandonar el pueblo precipitadamente. Según diversas versiones sin haber sido avisados previamente y sin haber concluido los expedientes de expropiación de casas y tierras. Aún hoy puede verse la torre de la antigua iglesia emergiendo de las aguas del Ebro.


Aquel antiguo pueblo llegó a tener más de 1800 habitantes, a la sombra de las minas de lignito de la zona que eran transportados en barca (llaut, como los llamaban aquí) a través del Ebro hasta la estación de tren cuya línea unía Madrid y Barcelona. Pero toda esa actividad se vio truncada un 20 de noviembre de 1967 cuando el pueblo fue inundado. A la empresa constructora de la presa, Enher (Empresa Nacional Hidroeléctrica Ribagorzana) le interesaba poner las turbinas en funcionamiento lo antes posible para comenzar a amortizar los altos costes de construcción, por lo que el llenado se hizo sin previo aviso y sin acabar de concluir las negociaciones de expropiación con los vecinos de Fayón.

Otro de los atractivos del mirador es la ermita de la Virgen del Pilar. Como no puede ser de otra manera es objeto de romería cada 12 de octubre. Los habitantes de Fayón salvan los 265 metros de desnivel desde el pueblo para pasar un día honrando a su patrona. El edificio es moderno y fue inaugurado en el año 1954. Está ubicada en el emplazamiento de un antiguo faro conocido como la Garita, que servía de comunicación por medio de señales luminosas como muchos de los que había a lo largo del Ebro y que en el siglo XVIII fueron nuevamente utilizados por los carlistas.


Rosa de los vientos en la ermita










Gran parte de la información contenida en esta entrada ha sido extraída de los testimonios de diversos vecinos que vivieron el desalojo de su pueblo y fue publicado por el periódico Heraldo de Aragón. Puede consultarse el artículo íntegro en el siguiente enlace.