sábado, 1 de septiembre de 2018

Mallos de Riglos en moto

Desde Sariñena son casi infinitas las posibilidades de salir a rodar con la moto y disfrutar de buenas carreteras y paisajes de ensueño. La proximidad de la Sierra de Guara y el Pirineo son una gran ventaja. En esta ocasión decido transitar por la zona de Tardienta y ascender hacia el prepirineo siguiendo el curso del canal de Monegros y del río Gállego, pues aunque he frecuentado estas carreteras, siempre se descubren lugares nuevos y ocultos.

Salgo de Sariñena dirección Grañén por la A-1210. Es en Grañén donde sigo por la misma carretera para atravesar la pequeña localidad de Almuniente y encaminarme a Tardienta, localidad que atravieso tomando la A-1211 dirección Almudévar. Y es desde aquí donde empieza lo interesante. Utilizo la carretera CHE-1429, propiedad de la Confederación Hidrográfica del Ebro para, pegado al canal de Monegros que riega miles de hectáreas campos abajo, llegar a Tormos, puerta de entrada al Embalse de la Sotonera que abastece al canal mencionado.

Canal de Monegros
Desde Tormos tomamos la carretera local HU-V-5211 para ir bordeando el embalse, donde curvas e inmensos pinares se van sucediendo en todo el trayecto. Y todo para finalmente desembocar en la A-125 que me lleva hasta Biscarrués. Aquí son patentes las muestras de rechazo de la población a la creación de un nuevo embalse que permitiría más riegos en la zona de Monegros.

Sigo por la A-125 hasta Ayerbe donde me detengo en su plaza para almorzar, pues mi estómago me recuerda que no he desayunado. Un buen bocata de beicon con queso y un café con leche me hace olvidar el hambre y me invita a continuar la marcha. Ahora por la A-132 que ofrece preciosas vistas de los cañones del río Gállego.

En esta ocasión no puedo evitar desviarme hacia la población de Riglos para contemplar de cerca sus famosos Mallos, y la verdad es que la visita merece la pena, como atestiguan las fotografías adjuntas.
La inmensidad de los Mallos de Riglos

Caídos en las paredes de los Mallos

Monumento













Una vez saciada mi curiosidad sigo por la A-132 hasta el embalse de la Peña, donde atravesando su puente metálico tomo la A-1205 para llegar a otro de los puntos interesantes del día, Anzánigo con su camping motero por excelencia. Las curvas se suceden en este tramo sin descanso y la casi ausencia de vehículos hace disfrutar de este tramo con buen asfalto.
Río Gállego con Agüero al fondo
El asfalto empeora al tomar el desvío hacia Javierrelatre, pequeño pueblo en fiestas durante estos días lo que nos obliga a dar un pequeño rodeo al encontrase la plaza cortada al tráfico. Destaca entre sus encantos la iglesia románica de San Salvador del siglo XII. A continuación llegamos a Latre, Latrás (y su iglesia de Santa Catalina del siglo XVII) y Baranguás, donde salimos a la N-330 a la altura de Hostal de Ipiés. En todo este trayecto el río Gállego sigue acompañándonos.


Iglesia de Javierrelatre

Iglesia de Latrás, Santa Catalina

Pronto la N-330 se convierte en la autopista A-7, lo que le resta bastante encanto al puerto de Monrepós, aunque añade seguridad y comodidad al trayecto. Es espectacular la obra aquí realizada, pues en algunos tramos las paredes verticales parecen imposibles de salvar.

Pueblo de Latrás desde la carretera
Una parada para repostar en la gasolinera de Nueno y ya camino de vuelta a Sariñena por la N-240 hasta Siétamo y de ahí a Novales para enganchar con la habitual A-131 de camino a mi destino final.

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