miércoles, 2 de agosto de 2017

Ruta Portugal (III)

Salimos temprano de Chaves y continuamos por la ya conocida N-103 en dirección oeste directos hacia la costa atlántica. Hoy veremos el mar y será pronto. Pero antes pasamos al lado del embalse Alto Rabagao de Pisoes, que nos regala las primeras vistas espectaculares del día. Parte del cauce del rio Rabagao, construido en 1964 siendo uno de los más grandes de Portugal, formando un gran lago artificial en forma de rectángulo de 4 km de ancho por casi 20 km de largo. Concretamente este es el segundo mayor embalse de Portugal, solo superado en superficie por el embalse de Alqueva en el Alentejo. Es utilizado para la práctica de deportes náuticos y turismo fluvial, sobre todo relacionado con la pesca.

La carretera discurre aquí entre suaves laderas cubiertas de pinos. Atravesamos pequeños pueblos salpicados de casas, muchas de ellas con apariencia de ser segundas residencias, como Ruivaes, Salamonde o Louredo, dejando a nuestra derecha el río Cavado que nos ofrece magníficas vistas. Así hasta llegar a la siguiente gran urbe de la jornada, Braga.



Desde Braga seguimos por la N-103 hasta la cercana Barcelos, donde tomamos la N-205 que nos lleva al mar, concretamente a la población turística de Povoa de Varzim. El tráfico se hace más intenso y molesto a partir de este punto y aún empeora al tomar la N-13 que nos encamina hacia el sur con el océano Atlántico a nuestra derecha. 

La cercanía de la gran urbe de Oporto se deja ya sentir en el tráfico y en la sucesión interminable de fábricas, polígonos industriales y pequeñas casas a pie de carretera, así que decidimos parar a tomar algo antes de entrar en Oporto en una pequeña pastelería con servicio de café y bocadillos. 

El cruce de Oporto se va a convertir en una auténtica pesadilla. Entramos en la gran ciudad por la N-13 que a estas horas está completamente atestada de tráfico. Son las 13:30 y la gente vuelve del trabajo haciendo la conducción casi insoportable. La idea es tomar la N-108 que va pegada al río Duero para más adelante tomar la N-223 que nos lleva hacia el sur. Pero por más vueltas que damos no encontramos indicaciones de esa carretera, así que después de dar unas cuantas vueltas entre el denso tráfico decidimos tomar la A-1 de pago que lleva hasta Lisboa. Al menos la dirección es la correcta.

Después de unos cuantos kilómetros por la A-1 salimos de la autopista y tomamos la IC2 que ya sin complicaciones nos lleva hasta el destino del día: Coimbra.


Coimbra desde la habitación del hotel

Estación de trenes de Coimbra

Coimbra desde el puente de Santa Clara

Estatua a 

Iglesia de Se Velha


A pesar de que no hemos disfrutado mucho de la moto desde que entramos en Oporto y la circulación comenzó a complicarse sobremanera, la recompensa de ver y pasear por una ciudad como Coimbra bien vale la pena. Visitamos los lugares más emblemáticos de la ciudad y nos permitimos una suculenta cena con vistas al río Mondego.


Vista panorámica desde la Universidad de Coimbra

Atracciones luminosas en el río Mondego

Animada Coimbra también de noche

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