Ya se va acercando la añorada primavera y comienzan a aparecer los
primeros domingos realmente con buen tiempo y muy apetecibles para sacar
la moto y utilizarla como excusa para ir a almorzar a 100, 200 ó 300 km
de tu casa.
Y eso es lo que aconteció este soleado domingo de marzo, donde la
tentación fue tan grande que no se pudo evitar sacar la moto a rodar.
Empezamos en la gasolinera de Alcañiz, punto de reunión y de
repostaje, donde encontramos a otros moteros que iban al mañoalmuerzo
de Sástago, pero a mi me apetecia más rodar un buen rato y parar a
almolzar, pero retomando la ruta de nuevo para hacer una buena tanda de
kms.
Desde Alacañiz tomamos la N-420 que no llevaría a atravesar
Calaceite, famoso por sus calçots, Gandesa y finalmente Mora de Ebro.
Desde aquí tomamos la T-324 y descubrí una de las carreteras más bonitas
para hacer en moto. Tranquila, llena de curvas y con paisajes preciosos
de los puertos de Beceite. Este tramo resultó muy entretenido hasta que
llegamos a El Pinell de Brai, donde nos proponíamos tomar algo…Y vaya
si tomamos algo, una butifarra catalana de la que dejo constancia en la
foto.
A partir de aquí continuamos por la carretera que ahora se denomina
N-230 que nos lleva hasta uno de los pueblos más bonitos de España,
Valderrobres, título que se ha ganado por méritos propios y que el
anuncio de Ferrero-Rocher en navidad no ha hecho más que confirmar.
Desde aquí tomamos la A-231 que también resulta muy entretenida, hasta
enlazar de nuevo con la A-232 que nos lleva hasta Alcañiz.
En total 177 kms en algo más de 3 horas muy amenos por unos parajes
realmente encantadores y un día que permitía disfrutar de la moto en
toda su expresión.