domingo, 28 de junio de 2015

Riba Roja d'Ebre

Con la ola de calor de finales de junio en todo su esplendor, no será freno suficiente para una nueva salida en moto aunque, eso si, madrugando un poco para no pillar toda la solana. En esta ocasión nos animamos Víctor y yo.

Salimos a las 8 de la mañana en dirección Caspe por la N-211 con una temperatura muy agradable. Al pasar Caspe empieza la primera zona de curvas donde disfrutar con la moto. El firme es bueno y la carretera a estas horas está  suficientemente solitaria para disfrutar de la conducción.


Preciosas vistas antes de Fayón


Hasta Mequinenza seguimos la N-211 por un trozo de sobra conocido y algunas magníficas vistas del embalse. Antes de cruzar el puente que lleva a Mequinenza, nos desviamos a la derecha por la A-1411, en dirección a Fayón. La carretera comienza a subir dando vueltas de 180 grados y en poco espacio ganamos bastante altura, llegando a la parte de arriba donde el paisaje cambia por completo. Aquí podemos rodar un poco más rapido, pues aunque la carretera es estrecha se suceden rectas con buena visibilidad. Especial cuidado hay que tener de no pasarse el desvío de la Z-V-7231, que nos llevará a la pintoresca villa de Fayón.

Magníficas vistas

No será por curvas
A partir de aquí llega la parte más entretenida de todo el recorrido. Curvas y más curvas que nos van metiendo de lleno en la Riba Roja, un paraje natural de pinos y naturaleza salvaje, salpicado por embarcaderos y zonas de recreo a las orillas del Ebro. Aquí nuevamente tendremos que desviarnos a la izquierda por la TV-7411 hacia Riba Roja d'Ebre, pero en este caso no hay pérdida posible y un Stop nos marca la parada y las señalizaciones, el camino a seguir. 


La carretera aquí pierde la señalización horizontal y la naturaleza desborda por todos sitios. Tanto que en el vídeo adjunto se puede comprobar como en el minuto 4:25 un conejo pasa por delante de la moto. Este tramo es inolvidable, no lo conocíamos, pero resulta muy divertido. La contemplación de la presa de Riba Roja desde la carretera resulta muy gratificante. Entre curvas y giros de 180º llegamos a Riba Roja d'Ebre, una pequeña localidad llena de segundas residencias a orillas del Ebro. Allí paramos a tomar algo y comentar la carretera que acabamos de atravesar.

Desde Mequinenza no habíamos vuelto a ver el Ebro

Club Naútico

Presa de Riba Roja

Carretera paralela al Ebro


Riba Roja d'Ebre

Víctor con su moto
Desde aquí por la T-741 llegamos a Flix, con la impresionante chimenea de la central hidroeléctrica dándonos la bienvenida. El impresionante tejido industrial de estas localidades se deja ver por todas partes. En buena medida son las responsables de la contaminación de esta parte del Ebro. Estas carreteras ya nada tienen que ver con lo que acabamos de pasar y la media de velocidad aumenta considerablemente. En Flix tomamos la C-12 que nos lleva a Ascó y aquí el tráfico ya se hace intenso.

En Ascó, presidida por las dos centrales nucleares, tomamos la N-230 hasta el cruce con la N-420 que nos lleva a Corbera d'Ebre y Gandesa. Seguimos hasta el cruce con la N-232 que nos deja en Alcañiz.

Pero aprovechando que se estaba celebrando la Reanult Clio Cup en Motorland, decidimos acabar nuestra jornada echando un vistazo a alguna de las carreras. No se puede pedir más a un domingo de motos. 


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